Estela Heyaime
Cómo organizar tu tiempo y otras formas de autocuidado
El autocuidado nos proporciona salud mental, física y emocional. Por ello, cultivarlo es una forma de amor propio.
No se trata solo de los regalos que nos hacemos y los permisos que nos damos. Este empieza desde el manejo de nuestro tiempo que, al final de día, es lo más preciado que tenemos. Ni se vende, ni se compra, ni se extiende.
Te comparto algunos tips para dominar tu tiempo.
Establece una rutina diaria

Muchos temen a esta palabra pues es asociada con la monotonía, pero hoy te cuento de qué forma las rutinas están a tu favor.
Establecer hábitos diarios nos ayuda a implementar la disciplina, el gran aliado del autocuidado. (y el gran enemigo del autosabotaje). Le da un norte a nuestros días, en dirección hacia una semana fructífera. Desde una lectura de 20 minutos al día, media hora de ejercicio diario, hasta levantarnos a ver el amanecer aportan a nuestro bienestar.
Implementa las agendas diarias

Así como tenemos rutinas, tenemos tareas puntuales cada día que nos ayudan a llegar a nuestros objetivos a largo plazo. A pasos de hormiga, pero de forma constante, se llega a la luna.
Recuerda, los imprevistos también existen y precisamente por esto organizar tu tiempo de forma inteligente es imprescindible.
Identifica los ladrones de tu tiempo

Desde el celular, la televisión, hasta un ambiente ruidoso, tu tiempo de productividad puede verse amenazado. 5 minutos en Instagram se convierten en 45, así como un vistazo a tu serie se transforma en 5 episodios.
La mejor forma de evitarlo es alejar las distracciones en tu tiempo de trabajo, evita ver notificaciones que te lleven a la interacción. Por otro lado, establece periodos específicos para responder mensajes, de esa forma puedes reducir la preocupación de mensajes pendientes.
Establece pausas

Para nadie es sostenible largas horas de trabajo sin descanso. La productividad no se trata de tiempo, sino resultados y para producir grandes ideas la mente necesita reposo. En este momento puedes utilizar las redes, responder mensajes y entretenerte para despejar tu mente del trabajo.
Traza limites de tiempo en las tareas
Para que no se nos vaya el día en una sola asignación, traza limites. Acorde a la dificultad de cada tarea, su prioridad y nuestra capacidad en el momento para realizarla, dependerá el tiempo establecido para cada una y el momento de llevarla a cabo.
Evita el multitasking

No seas todólogo/a, sé especialista. Cuando nos enfocamos en abarcarlo todo, nos arriesgamos a hacerlo de forma incorrecta. Por otro lado, si nos enfocamos en una tarea y la hacemos de forma optima, nos evitamos el tiempo perdido en corrección de errores. Como dicen por ahí, lo barato sale caro.