Andrea Haza
El metaverso: ¿Un nuevo mundo sostenible?
El pasado octubre, Mark Zuckerberg anunció el lanzamiento de Meta, el nuevo nombre para la empresa que engloba Facebook, Instagram, Whatsapp y todas sus plataformas.
Este nuevo cambio de nombre surge por su apuesta al futuro del Metaverso, lo cual consiste en un mundo virtual, donde mediante el uso de ciertos dispositivos electrónicos puedes crearte un avatar e interactuar con demás usuarios. Estos entornos virtuales no son nada nuevo, pues los juegos como Habbo, Club Penguin y Pet Society son metaversos. Sin embargo, la evolución de este concepto se ha potencializado con el uso de dispositivos que transforman el mundo a una realidad virtual o aumentada, maximizando la experiencia y visualizando los espacios en 3D. Además, en el metaverso expresado por Zuckerberg, están apostando en crear una economía dentro de ella, donde puedan existir negocios y las personas puedan vender sus productos y/o servicios en este universo, con posibilidades de pago con dinero “real” o criptomonedas.

Cuando me explicaron por primera vez el concepto del metaverso, recordaba la película Ready Player One, y el entorno en donde se ubicaba la historia: un planeta contaminado, sobrepoblado y sin un rastro de fauna ni flora.

Mi pregunta actual es, ¿Cómo podrá contribuir el metaverso de Zuckerberg por un planeta más sostenible?
Debajo comparto tres cuestiones en los cuales el metaverso impactará el planeta y la sociedad:
La electricidad para el desarrollo del Metaverso
Lo primero es primordial: el consumo de electricidad para el desarrollo del metaverso. Es sorprendente cuánta energía requiere el procesamiento y almacenamiento de datos dentro de la nube. Se dice que si el internet fuese un país, sería el tercero con mayor consumo de energía eléctrica, agotando un 8% del consumo total mundial. Según el ETLA Economic Research, el consumo de energía de la industria tecnológica podría aumentar hasta el 14% del consumo mundial anual de energía para 2030. Sin embargo, el sector es consciente de su efecto en el medio ambiente, por lo que en los últimos años se ha visto un aumento en innovaciones para aplicar energías renovables en el funcionamiento de las nubes digitales. Para su desarrollo, Meta debería de contemplar el uso de estas alternativas energéticas para reducir el impacto de su huella de carbono.
Las experiencias digitales
Las experiencias digitales aumentan: el metaverso propuesto por Mark Zuckerberg define un mundo ideal para el teletrabajo, donde los colaboradores pueden tener sesiones de trabajo con sus avatares en un salón de reuniones digitales.
Como también se ha vivido durante la pandemia del Covid-19, el teletrabajo demuestra una reducción de emisiones de carbono derivados por el traslado de la casa al trabajo y viceversa. El metaverso apuesta a reuniones virtuales más humanas, donde los avatares de los colaboradores puedan interactuar entre sí, y con la realidad virtual, poder ver las verdaderas expresiones faciales de nuestros compañeros.
Las experiencias virtuales más allá del trabajo, como conciertos, congresos y demás actividades, reducen costos medioambientales como reducción de viajes por avión, menos contaminación sonora y residuos debido a alimentos y bebidas. Este tipo de experiencias han demostrado ser efectivas, algunos ejemplos son los conciertos elaborados por el videojuego Fortnite, llevando artistas como Marshmello, J Balvin, Travis Scott, Ariana Grande entre otros.
La moda, la sostenibilidad y el Metaverso
Ahora la parte favorita de la mayoría: la moda, la sostenibilidad y el metaverso. Como se discute bastante, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Sin embargo, marcas como Balenciaga, Dolce & Gabbana y Gucci ya están apostando por el Metaverso. El concepto consiste en lanzar piezas de lujo y edición limitada únicamente virtuales, reduciendo el uso de recursos (como agua y telas), tiempo y energía de producción.



El metaverso pudiera definir una evolución en el mundo de la moda, donde en vez de apostar por la sobreproducción que deriva tantos impactos medioambientales, se eficientiza el uso del mundo virtual y se mantiene la economía, ya que para usar estos artículos habrá que pagar por ellos como en el mundo “real”. Además, el desarrollo de piezas digitales permite a las personas definir su estilo con más libertad y creatividad, con un sin número de opciones de diseño. Ya existen empresas como Clo, las cuales desarrollan piezas digitales en 3D tanto para el metaverso o para eficientar la cadena de suministros de las casas de moda.
En fin, Meta y su misión de convertir el metaverso parte del día a día de las personas deben de contemplar las cuestiones ambientales y sociales que se externalizan por su práctica. Para que este mundo digital prospere debe de favorecer el planeta y la sociedad por igual.