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  • Writer's pictureCamila Brea

Get to know: Schiaparelli

La historia de la moda es un tema que abarca mucho; desde la evolución de lo sociológico hasta las innovaciones que han surgido al pasar los años.

Cuando pensamos en la historia de la moda, las primeras casas que nos llegan a la mente son Christian Dior, Versace y por supuesto todos conocemos a la creadora de el must have en nuestro closet como lo es el “Little Black Dress” creado por Coco Chanel. Es cierto que son casas a las hay que reconocer por su largo trayecto y propuesta dentro de la industria de la moda pero hay otras marcas poco conocidas al publico general como lo es Schiaparelli, marca que evolucionó la moda partir de los años 30.

Podríamos conocer la marca por el icónico vestido de pulmones que uso Bella Hadid en el festival de Cannes.


Todo comenzó con Elsa Schiaparelli, nacida en Roma en Palazzo Corsini y llena de privilegios en el seno de una influyente familia aristocrática e intelectual. Desde pequeña había mostrado una gran curiosidad erudita y tendencias un tanto extravagantes. Elsa Schiaparelli no era conocida por su belleza. Le interesaba la psicología, filosofía y la literatura. Cansada de los privilegios de su familia se dirige a Inglaterra donde conoce a su William de Wendt, hombre con el que se casa a su segundo día de conocerlo. Se mudan a Nueva York donde tienen a su única hija, Gogo.



En 1922, Elsa deja los Estados Unidos y a su esposo detrás y con su hija viaja en dirección a Paris, Francia. El origen acomodado de Schiaparelli le propiciaba una seguridad económica y vínculos con círculos eruditos e intelectuales, pero con el paso de los años aquella seguridad se tornó en cárcel. Decidió hacer algo por sí misma. Esta fue una época revolucionaria para muchas mujeres. Muchas recibieron cierta libertad económica e independencia del hombre. Su amigo Paul Perry la incentiva a hacer su propia casa de moda. No tenia ninguna experiencia en patronaje ni de diseño, comenzó drapeando en su propio cuerpo.

En 1927 lanza una colección de tejido de punto en el cual podemos ver su lado surrealista y comenzamos a usar el termino trompe d’œil. Después de ahí, la marca comienza a expandirse ofreciendo productos como trajes de baños, trajes de esquí y vestidos de lino. Comenzó a hacer vestidos de eventos y toda la socialité en Paris comienza a usarlas.



Ella era excéntrica como la mayoría de sus nuevas amistades, entre las que figuraban Dalí, Marcel Duchamp, Jean Cocteau o Picasso, su interés por la psicología y sus amistades del mundo del arte la ayudan a cambiar la moda haciéndolo de una perspectiva más interesante y menos funcional. Desde los años 30 su nombre siempre será parte del movimiento surrealista en la industria del arte y la moda, con su amigo Salvador Dali, la estética de la casa de moda contrae un aspecto imaginativo y creativo.


“La italiana”


La rival más grande durante ese tiempo era nada mas y nada menos que Coco Chanel. Si bien, Chanel parece haber ganado con el tiempo la batalla que perdió durante su enfrentamiento con aquella mujer a la que despectivamente llamaba “La italiana”. Al contrario de lo que hoy pudiera parecer, fue Schiaparelli quien gozó de una mayor aprobación y repercusión mediática, siendo la primera diseñadora en protagonizar la portada de la revista Time.

Las diferencias entre ambas no terminaba entre el minimalista estilo de Chanel, y la explosión surrealista de Schiaparelli, alcanzando aspectos del ámbito personal y moral. Mientras Chanel se vinculaba con el gobierno colaboracionista francés y estrechaba lazos con generales nazis, Schiaparelli hacia lo imposible por introducir medicamentos en la Francia ocupada, que terminaba abandonado en 1941 y a la que no regresaría hasta el final de la guerra.


Schiaparelli introduce números innovaciones en el mundo de la moda como un traje de baño con sujetador incorporado, un vestido cruzado, un impermeable transparente, así como el uso de cremalleras visibles, botones detallados, bisutería y una gama de fragantes que las incluia a las extensiones de la marca. Durante la Segunda Guerra Mundial, la firma continuó operando y al finalizar el conflicto exploró nuevas vías de negocio en Estados Unidos, a través de la venta de licencias para sus diseños de gafas o lencería. Sin embargo, fue el principio del fin: Elsa vio que su firma iba perdiendo terreno frente al empuje de otras marcas y del prêt-à-porter y en 1954 la Maison cerraba sus puertas para siempre.

En el 2006, el empresario italiano Diego Della Valle compró a Arnaud de Lummen, el especialista en casas inoperantes del mundo de la Moda, todos los derechos sobre la marca Schiaparelli, desde sus archivos a toda la propiedad intelectual. En el 2012, compró también el mismo local en el que trabajó Elsa, el 21 de la Place Vendôme de París, y el negocio volvió a la vida. Como es usual en el mundo de la moda, la reapertura de Schiaparelli fue un tanto incierto: varios directores creativos pasaron sin éxito hasta que el americano Daniel Roseberry llegó en el 2019 y dio con la fórmula del triunfo. Hoy, tras haber reabierto el estudio original en la Place Vendôme, la casa parece estar ocupada redefiniendo lo que anhelan las mujeres contemporáneas y lo que la célebre creadora podría haber explorado en esta época.


En el 2006, el empresario italiano Diego Della Valle compró a Arnaud de Lummen, el especialista en casas inoperantes del mundo de la Moda, todos los derechos sobre la marca Schiaparelli, desde sus archivos a toda la propiedad intelectual. En el 2012, compró también el mismo local en el que trabajó Elsa, el 21 de la Place Vendôme de París, y el negocio volvió a la vida. Como es usual en el mundo de la moda, la reapertura de Schiaparelli fue un tanto incierto: varios directores creativos pasaron sin éxito hasta que el americano Daniel Roseberry llegó en el 2019 y dio con la fórmula del triunfo. Hoy, tras haber reabierto el estudio original en la Place Vendôme, la casa parece estar ocupada redefiniendo lo que anhelan las mujeres contemporáneas y lo que la célebre creadora podría haber explorado en esta época.


Roseberry aporta un elemento propio al ADN de la marca. Él no quiere reinterpretar una y otra vez los códigos visuales de Schiaparelli, sino que, antes de diseñar, se pregunta que haría Elsa Schiaparelli. Sus desfiles han confirmado el éxito del Schiaparelli: más escultural, más bañado en oro, más Daliniano, más alta costura. La filosofía, o más bien el carácter de Schiaparelli, se basaba en tres pilares fundamentales: revolución, experimentación y arte. Llevó el color a la alta costura y revolucionó la sociedad de su época, una sociedad machista y elitista, a través de sus diseños.

Schiaparelli antes y después...








 








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