Elisa Roldán
Imposter Syndrome
Imposter Syndrome o síndrome del impostor es una frase que probablemente hemos estado escuchando mucho últimamente. Se refiere a un patrón de pensamiento destructivo o el miedo de no ser lo suficientemente capaz o digno para cumplir con un rol determinado o ser incluido en un grupo. En fin, dudar de tus habilidades y sentirte como un fraude. Este tipo de pensamiento puede generar autosabotaje e incrementar la ansiedad en búsqueda de esa necesidad de ser validado por los demás. Es importante destacar que no se clasifica como un trastorno, sino como un mindset asociado a inseguridades y ansiedad y puede afectar a cualquier persona, sin importar su género a diferencia del 1970 cuando se utilizó el término por primera vez que creían que solamente afectaba a las mujeres.

Algunos de los signos más comunes del síndrome del impostor son: inhabilidad de evaluar de manera realista las habilidades personales, atribuir el éxito a factores externos, miedo de no cumplir con las expectativas mentalizadas, dudas personales, metas irrealistas, autosabotaje del
éxito y ansiedad.
Algunos patrones del pensamiento causados por el imposter syndrome suelen ir por la línea de:
- No soy dignx o suficiente
- Qué me hace pensar que estoy calificadx para hacer esto
- Todxs los demás tienen más experiencia y conocimiento que yo
- Debería esperar hasta que me sienta más capaz de hacer esto.
La personalidad y la crianza de una persona afecta grandemente la forma en que piensa de sí mismx. Sobre todo, cuando crecemos en una sociedad que valora los resultados materiales tales como una nota, un sueldo o un puesto. Este tipo de pensamiento nos lleva a crecer con la idea de que, si no sigo una estructura de vida y logros específicos, pues ¿dónde está mi valor? Por lo que las personas que se identifican con el síndrome del impostor suelen tener pensamientos negativos creados en base a la ansiedad de no obtener los resultados deseados y la inseguridad de lo que los demás vayan a pensar. Estas personas suelen fijarse mucho en la comunicación no verbal y asumen ciertas cosas sobre las interacciones con los demás, usualmente de manera negativa, futurista y ansiosas que llevan al autosabotaje. Por otro lado, piensan que no son suficientes para lograr las tareas asignadas o las metas establecidas a futuro.
¿Cómo podemos trabajar en contra del síndrome del impostor?
Aquí les dejo algunas recomendaciones.
1. Expresa tus emociones y pensamientos. Nuestros pensamientos irracionales suelen exagerarse cuando tratamos de ocultarlos y no los hablamos o enfrentamos.
2. Practica frases que empiecen con “estoy orgullosx de mis esfuerzos en…” o “he logrado hacer…”. Este tipo de frases favorecen la validación interna, reduciendo la necesidad de que otra persona nos valide. De igual forma, evitan que tengamos que hablar mal de otra persona para sentirnos capaces.
3. Evita compararte con los demás. Los logros de cada persona son parte de su historia y de su proceso, no tienen nada que ver con el tuyo. Cada persona tiene metas y sueños diferentes y cada uno lo logra en su tiempo y su manera. Las demás personas no deben ser una amenaza, hay suficiente espacio para todxs.
4. Cuando alguien te da un cumplido, simplemente da las gracias. Evita decir frases como “gracias, pero…”. Puede que al principio sea incómodo, pero de esta forma evitaras degradar tus logros y esfuerzos y luego se volverá más sencillo.
5. Redefine lo que significa el éxito para ti. Piensa en el éxito como un proceso en lugar de un solo logro o momento. Al final, no todo depende de a donde llegamos, sino el camino que recorremos para llegar allí.
Es importante recordar que no podemos controlar ni predecir todo lo que sucederá. Que los errores, las caídas y los riesgos son los que más crecimiento nos proporcionan y no los podemos evitar. Que los demás no están pensando tanto en nostrox como creemos que lo hacen. Y que cambiar la mentalidad de pass/fail e incrementar nuestra validación interna nos permite crear confianza y expectativas realistas y alcanzables.