Andrea Haza
La Economía Circular y su aplicación en la moda
Para protegernos, para identificarnos, para expresar nuestras emociones y opiniones. Sin lugar a dudas la ropa representa un rol esencial en la vida humana y en el mundo, teniendo un gran impacto en la economía como en el medio ambiente. Como es de saberse, la industria de la moda es una de las más contaminantes actualmente y nos repetimos...
¿Qué se puede hacer si la ropa es vital para el ser humano?
No es que la industria de la moda deba eliminarse... sino que su proceso actual no es adecuado para un fin sostenible. En este artículo hablaremos sobre la economía circular y la incidencia que puede tener este modelo de negocios en la moda.
Hay que tener en cuenta que el desarrollo sostenible es “aquel que satisface las necesidades del
presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones”. (Informe Brundtland, 1987). Pues la economía circular se basa en conservar el valor de los productos el mayor tiempo posible de manera que se mantengan los recursos en la cadena productiva, incluso cuando un producto ha llegado a su etapa final. (“Nuevo Plan de acción para la economía circular”, 2020).
A diferencia de la economía lineal, la cual se enfoca en el consumo irresponsable conocido como “usar y tirar”, el objetivo de la economía circular es reducir los residuos al mínimo y extender el ciclo de vida de los productos ya existentes, intentando mantener los materiales dentro de la economía el mayor tiempo posible.
Este modelo garantiza beneficios como la reducción de costes para las empresas, volviéndose más responsables frente a su consumo de materia prima y energía, disminuyendo su huella ecológica y estimulando la competitividad, la innovación, el crecimiento económico y el empleo.
Entonces, ¿cómo podemos aplicar este modelo en la industria de la moda?
¿Realmente necesitas alguna pieza más?
Celia Ojeada, responsable del Programa de Consumo de la ONG Greenpeace, afirma que “la prenda más sostenible es la que ya tienes”. El comportamiento del consumidor actual indica que luego de usar una pieza más de 7 o 10 veces, el artículo es desechado. ¡Y en buenos estados! Repetir outfits y jugar con lo que ya está en tu armario ROCKS. Como dice Benito “Y si yo quiero la uso mil vece' ”.

Comprar artículos de segunda mano
Según la Ellen MacArthur Foundation, debido a que los consumidores desechan prendas en buen estado, alrededor de 460 mil millones de dólares de valor en ropa es perdido. La ropa o las tiendas de segunda mano le dan una nueva vida a las prendas desechadas, promueven una economía circular y proponen precios accesibles por estos artículos (dependiendo su marca, estado, etc).
En mi caso, soy amante de este tipo de actividad. Mi amor por la ropa de segunda mano viene porque desde pequeña fui utilizando los ✨hand-me downs✨ de mis primas, tías y mamá, los cuales son piezas que luego de no servirte o que “ya no te gustan”, se comparten entre amigas, familiares o hasta fundaciones, alargando el ciclo de vida de las prendas. No solamente viene siendo nueva ropa para ti al que le puedes dar un nuevo estilo, sino que evitas que ese artículo termine en la basura.
Producciones de colecciones cápsula
Como comenta Camila Brea en su artículo sobre el Calendario de la moda, a diferencia de las marcas de moda tradicionales que lanzan mínimo dos colecciones anuales, las tiendas de ropa tipo “retail” lanzan nueva series de piezas casi cada dos semanas.
¿Por qué esto no es sostenible?
Este tipo de colecciones no permite una competencia saludable en la industria, pues implica acelerar un proceso creativo inmenso... además que las tiendas de este tipo suelen ser conocidas por realizar plagio con sus diseños.

¿De dónde está saliendo toda esta materia prima y producción de manera apresurada? Sorpresa sorpresa, explotación extrema de los recursos y mano de obra mal pagada. Estas marcas de fast fashion también son reconocidas por utilizar textiles no biodegradables (como telas sintéticas que vienen siendo un tipo de plástico) difíciles de reutilizar y/o reciclar. Según un estudio realizado por McKinsey, desde el 2000, se ha duplicado la producción de ropa y hay que reconocer que una gran cantidad termina en los vertederos, los cuales generan Gases Efecto Invernadero, los cuáles inciden en el cambio climático.


Por eso, actualmente se están reconociendo las marcas o tiendas que optan por colecciones cápsulas, las cuales son líneas realizadas a poca escala (alrededor de 5-10 piezas por artículo). Un ejemplo de esto es Ozeano Swimwear, la cual lanza dos colecciones al año. En caso de que aumentan la demanda, se realizan piezas adicionales respetando el tiempo de confección.
Hay mil maneras y alternativas para aplicar la Economía Circular dentro de la moda, ¿cuál crees que sería una solución viable?