Andrea Haza
Tu Huella Ecológica: Cómo Calcularla y Reducirla
En los últimos años ha aumentado la conciencia acerca del cambio climático y la incidencia de las actividades humanas en el planeta tierra en la sociedad.
Pero, ¿Cómo tú como individuo afectas esta situación? Para analizar la relación entre cuántos suministros naturales consumimos y cuántos residuos generamos, se desarrolló el indicador conocido como la huella ecológica.
La huella ecológica es un indicador de sustentabilidad diseñado por William Rees y Malthis Wackernagel en 1996 con la finalidad de evaluar el impacto que ejerce cierta comunidad humana, persona, organización, país, región o ciudad sobre el planeta. La huella ecológica determina los espacios terrestres y marinos que se necesita para producir todos los recursos y bienes que se consumen, así como la superficie para absorber todos los desechos que se generan. En su medición toma en cuenta la población total que habita un espacio (localidad, región, ciudad, país, planeta).
Este análisis contempla cinco aspectos del consumo humano: la energía, el hogar y el uso de papel y madera y la alimentación, tanto tierras de cultivo como la pesca.
¿Por qué es necesario medir la huella ecológica? Let’s do some math...
La huella ecológica mide el impacto que tiene el ser humano en el planeta tierra. Esta se expresa en hectáreas globales. El planeta tierra, como está constituido, contiene un 25% de superficie biológicamente productiva (aproximadamente unos 13,400 mil millones de hectáreas terrestres y marinas) (Amen, et. al. 2011).
Esta se divide en un 90% para el consumo humano y el 10% restante para la preservación de estas superficies biológicamente productivas. Para satisfacer todas nuestras necesidades, a cada habitante le tocaría 1.8 hectáreas para uso de consumo.
En 1961 se estimaba que la huella ecológica mundial equivalía al 70% de la capacidad de regeneración de la Tierra. Hoy en día la humanidad utiliza el equivalente a 1.75 planetas tierras para proveer los recursos que utilizamos y los desechos que tienen que ser absorbidos. Es decir, al planeta le toma un año y ocho meses regenerarse por lo que hemos consumido en un año.
Esta tendencia de consumo genera un déficit ecológico, usando los recursos disponibles más rápido de lo que pueden regenerarse y produciendo desechos más rápido de lo que pueden ser absorbidos. Esto se debe a un incremento en la sobreexplotación de bosques y áreas verdes, sobrepesca y generación de gases efecto invernadero.
Aunque los datos son desalentadores, el uso de este indicador puede ayudar tanto a individuos como a países completos en aplicar estrategias y acciones para reducir su huella ecológica.
Aquí te comparto algunos tips para reducir tu huella ecológica:
1. Toma conciencia. Mentalízate de que toda acción que realices tiene un impacto en tu entorno.
2. Considera si realmente necesitas lo que vas a comprar o si hay alternativas y opta por opciones locales y sin envases.
3. Da la máxima vida a tus cosas. Repara lo que se te estropee antes de tener que tirarlo.
4. Camina, pedalea, utiliza el transporte público.
5. Si es realmente necesario, comparte el uso del carro (Carpooling).
6. Reduce residuos. Opta por envases grandes con pocos envoltorios y evita desperdiciar alimentos.
7. Reutiliza lo que puedas y recicla.
8. Ahorra energía y considera productos energéticamente eficientes, como electrodomésticos y bombillas de bajo consumo.
9. Evita dejar los cargadores enchufados, ya que siguen gastando energía.
10. Ahorra agua innecesaria. Cierra la llave mientras te pones shampoo, jabón, mientras lavas los platos y hasta cuando te cepilles los dientes.
El mayor consejo que te puedo dar es compartir la conciencia. Comparte tus conocimientos acerca del cambio climático a tu familia, círculos cercanos y demás, motivándolos a que también modifiquen sus estilos de vida a uno más sostenibles y consciente con el planeta tierra.
Te invito a tomar el quiz para medir tu huella ecológica.
Al ver los resultados, ¡no te desmotives! Anímate a bajar tu puntuación, aplicando acciones más eco conscientes y reduciendo tu impacto medioambiental. Salvar el planeta es cuestión del mundo entero, y aunque no lo parezca, la lucha individual aporta un montón.